Día
11: Victoria en Poder
El
poder de la guevurá en el alma es energía. Cada persona tiene su
energía particular, sus diferentes niveles de energía. En cada
situación y en cada actividad de la vida hay que utilizar la fuerza,
la energía del alma. No
es bueno que haya demasiada, pero por cierto poca energía tampoco.
Por eso hay que saber cómo gobernar los estados de energía que
utilizamos cuando actuamos en la vida. Demasiada energía en una
situación determinada puede ocasionar lo que se denomina en Cabalá
shvirat
keilim,
“la ruptura de los recipientes”, destruir la capacidad del cuerpo
de contener y afianzar las fuerzas, las luces que recibe. También,
D-s no lo permita, demasiada energía hacia afuera puede quebrar los
recipientes a nuestro alrededor, a los receptores, aquellos que
deseamos que reciban nuestra energía. Eso ya es demasiado no bueno.
Pero demasiado poca energía, estar demasiado tranquilo y callado en
determinadas situaciones, puede neutralizar nuestra capacidad de
actuar correctamente, deprime nuestra vitalidad. No tiene que haber
demasiada energía ni muy poca energía. Tenemos que aprender a
controlar nuestros niveles de energía.
Ejercicio
¿Estás
utilizando en la medida correcta la energía que tienes? Trata de
detectar cuándo te estás sobrecargando demasiado, y cuándo te
exiges demasiado poco. Tratemos de ser seres humanos, no queramos ser
superhombres por encima de nuestra capacidad, pero tampoco enanos de
espíritu que tenemos miedo de exigirnos lo que sí podemos y tenemos
que hacer en la vida.
Fuente: El Estimado Rabino Itzjak Guinsburgh que HaShem bendito Es le otorgue larga vida y siga siendo de enorme bendición.
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